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domingo, 28 de febrero de 2016

¿QUIERES CONVERTIRTE EN UNA AMANTE KINKY?

Una amante kinky es aquella que es más picarona, que hasta raya un poco con lo pervertido. Si quieres convertirte en una de ellas, tienes que saber fantasear, estar libre de prejuicios y dispuesta a probar cosas nuevas, a explorar y experimentar.
Kinky no se nace, ¡se hace! ¡Así es! Cualquier mujer o cualquier hombre puede convertirse en una o un amante kinky. ¿Cómo? Bueno, hay que estar preparados para imaginar, fantasear y animarse al sexo atrevido, espontáneo, pícaro, explosivo y un poco salvaje. Sexo en lugares públicos, sobre la mesada de la cocina o en el medio del mar son algunos ejemplos de los escenarios que podría elegir un amante kinky y que, sin duda, renuevan la pasión en la pareja y le suman risas y alegría.. En caso de que te encuentres un poco falta de imaginación, recuerda que la literatura y el cine eróticos pueden funcionar como poderosas fuentes de inspiración. Una mujer kinky siempre guardará en su mesita de noche unas esposas, una pluma o una venda de seda, mientras que el hombre kinky sentirá devoción por pronunciar palabritas de alto voltaje al oído de su pareja. Y si ambos quieren convertirse en una pareja de amantes kinky, ¡entonces también podrán trabajar juntos! Pueden elaborar una lista con propuestas sexuales, ir de compras a un sexshop e incorporar algunos juguetitos durante el encuentro íntimo.

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